Los robots aprenden modales
La Universidad Pablo de Olavide desarrolla máquinas con inteligencia social, que prevén tus intenciones, reconocen por la cara el estado de ánimo y saben comportarse en público
El robot identifica los estados de ánimo de sus interlocutores y actúa en consecuencia. Frog (siglas de Fun Robotic Outdoor Guide) ha trabajado en el Alcázar de Sevilla como guía turístico y, además de llevar a los visitantes por las estancias que sedujeron a los creadores de la serie Juego de tronos, respondía a sus preguntas y daba explicaciones. Si detectaba aburrimiento, a partir de la información de imágenes que almacenaba, acortaba la información o cambiaba de espacio.
Su compañera Teresa es un robot de telepresencia que permite a un familiar o a un asistente de un centro de mayores, donde ha hecho prácticas, acompañar al residente de forma remota, seguirle y hablar con él como si estuviera cerca, viéndose cara a cara.
Su compañera Teresa es un robot de telepresencia que permite a un familiar o a un asistente de un centro de mayores, donde ha hecho prácticas, acompañar al residente de forma remota, seguirle y hablar con él como si estuviera cerca, viéndose cara a cara.
“El objetivo es que los robots entiendan nuestras intenciones y emociones y aprendan de ellas”
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